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Me gusta el olor a libro nuevo, viajar mientras escucho música, caminar bajo la lluvia, imaginar historias en mi cabeza tirada en la cama, mirar viejas fotografías y recrear momentos del pasado, vagar sin rumbo por las calles de buenos aires y las noches de charlas interminables con amigas. No me gusta las sonrisas falsas de la gente, los silencios incómodos, lo lento que pasa el tiempo cuando estoy aburrida y lo poco que dura cuando más tiempo necesito, las palabras vacías y los finales.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Yo no creo en ese cuento del destino.

- ¿Qué querés?

-Yo creo que…

-¿Qué querés?

-Mmmm supongo que…

-¿Qué querés?

-Yo…

-¿Qué querés?

-¡No se!

martes, 24 de agosto de 2010

BASTA, no quiero más, quiero salirme de esta partida. Perdi todo. ¿Qué más quieren de ? Ya no tengo más que apostar, no quiero más cartas que llenen esta mano maldita de puro dolor y encierro, olvido y tristeza disfraza de rencor. El sudor cae por mi frente quemada por el sol, o quizás son lágrimas que regresan al cielo a perderse mediocremente entre las nubes. Mediocre, si mediocre como todo lo que hago. ¿Hay peor muerte que la homogeneidad? Rezo por un poquito de color, desteñí toda mi cabeza y ahora sólo me veo en blanco y negro. Gris, más aburrido, como todo alrededor. ¿A dónde fueron las emocionesss que se escondían a la vuelta de la esquina para caerte desde una ventana y llevarte en espiral hacía lo más desconocido de lo cotidiano? Me cansé de saltar charcos, fui por lo seguro, los evado, rodeo, ignoro. Ya no cruzo por la mitad de la calle, no me tiro al llegar a lo más alto de lo que podría hamacarme, no vago por las calles de Buenos Aires buscando a ojo telescópico las maravillas nunca inventadas. Me siento estática, un punto en medio de la nada detenido por la fuerza de la rutina, de lo repetitivo, de lo conocido. Llena de polvo, inmóvil, pero mi cabeza dando m i l y u n a v u e l t a s, una y otra vez la calesita realiza su recorrido, gira gira gira sin parar, hace lo que sabe, GIRAR. Soy la única a bordo, aferrada al mástil gritándole al silencio que alguien por favor


ME BAJE DE ACÁ.

lunes, 2 de agosto de 2010

Tanto ruido en tu cabeza es difil de pensar; ya no escuchas ni una frase racional. Tanta presión en el aire va a explotar y ya ni te importa si te va a agarrar. Corres de la demencia de la gran ciudad; huyendo de su rutina y su crueldad. Buscas un cielo entre cristal, fraccionando la vereda al pasar. El reloj marca las 12:51, retumba en las calles el infortunio, el romance se vuelve tragedia en cada esquina, rozando de apoco las espinas. Los chicos se desangran en el parque, se fuman uno y se van de viaje, el veneno se vuelve medicina y ya nadie encuentra ni una puta salida. Las revoluciones se volvieron silencio, los cuerpos se vuelven sombras, la sombras se vuelven memoria. Suenan unas notas de fondo, tratan de volverse canción pero sólo hay oidos sordos; las personas se vuelven peones manoteados por el que más plata pone. La tierra apesta a desgracia, el mar a más de uno se traga. Las cartas ya estan tiradas y más de uno se cartea la espada. Te quedaste sin aliento, llegaste tan lejos que no podes verte al espejo. La cobardía te ancló el alma, ganaste calma, perdiste libertad y en el medio se te escaparon las ganas de intentar.