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Me gusta el olor a libro nuevo, viajar mientras escucho música, caminar bajo la lluvia, imaginar historias en mi cabeza tirada en la cama, mirar viejas fotografías y recrear momentos del pasado, vagar sin rumbo por las calles de buenos aires y las noches de charlas interminables con amigas. No me gusta las sonrisas falsas de la gente, los silencios incómodos, lo lento que pasa el tiempo cuando estoy aburrida y lo poco que dura cuando más tiempo necesito, las palabras vacías y los finales.

martes, 23 de noviembre de 2010

Ya no se que hacer, la tristeza me gana.
No te dejes caer, ¿no lo ves? Él también te extraña, pero al igual que vos juega el papel de indiferente, no te habla porque vos no le hablás.
¿Vos pensás?
Si, por favor Sol. No es posible que te haya olvidado en un abrir y cerrar de ojos, sabés que tampoco es la primera vez que estas cosas pasan. ¿Cuántas veces se repitió antes de que llegara a pasar algo en concreto?
Ya se, muchas; pero esta vez es distinto...
No, y si es distinto es para bien, porque pasó algo.
Podría ser, entonces todavía queda esperanza, ¿eso es lo que me querés decir?
Vos solo esperá, él te va a buscar y si tenés fe las cosas se van a arreglar.
Ciega se va a quedar de tanta fe, lo que vos tenés querida no es esperanza, es ilusión vana. No te mientas ni dejés que te mienta más esta optimista empedernida que solo habla por hablar. ¿No te das cuenta? Sos patética, ya no le interesás. Te olvidó, ¿estás familiarizada con la palabra? Lo que sintió por vos nunca fue fuerte, fue puro capricho, para quitarse el gusto de ver que hubiera pasado, pasar el rato y ya. Y mientras vos llorás extrañandolo, él esta ahi afuera diviertiéndose en busca de otra. Otra que realmente le importe. Me cansé de escuchar tus idioteses, despertá de una vez. Él no te quiere

(Silencio espeso)
CHAU CHAU ILSE!
(y a todo lo que eso implica)
Nadie me entiende, no creo que entiendan lo que se siente estar en mis zapatos (tampoco se los recomendaría). Quizás sea yo la que exige demasiado, alguien que vea más alla de la máscara diaria, o que simplemente le interese o se tome el trabajo de correrla y hacerse cargo, hacerse cargo de estar ahí para contenerme para  ver cuan en el fondo estoy. Pido mucho, alguien que sin pedirle se acerque a interesarse por lo que estoy pasando, ¿no ven que me caigo a pedazos? Estoy cansada de intentar recogerlos sola, un día de estoy me voy a desplomar y desaparecer, y estoy segura que a nadie le va a importar, nadie lo va a notar.

Maybe if my heart stops beating it won’t hurt this much.

jueves, 18 de noviembre de 2010

He's over me (I'm over).

 Un mes y sigo acá, parada en las mismas coordenadas en las que me dejaste. Quizás es porque si sabés dónde estoy, puedas venir a buscarme. Y no, sigo acá, ¿es que ya no me ves? O simplemente no te interesa. Preguntas que me martillan la cabeza sin parar, ¿tan ligero era lo que sentías hacia mi que me olvidaste? ¿me extrañas como yo te extraño? U otros ojos ya te capturaron, ¿los correspondés como solías corresponder a los míos? Me siento agujereada, rota, una grieta más en el acantilado. ¿No te das cuenta? Todo mi ser te reclama, no quiero ni puedo aceptar que se terminó. Lo que quizás más me duele, es que nisiquiera intentaste arreglarlo, que no te importó. Quizás sea aquello mismo lo que no te pueda perdonar.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Cosas de la civilización I

Si algo me ha servido ver a través de la historia, es para conocer la naturaleza humana, la que también fácilmente se ve por las calles. Tanta intolerancia, ahora y siempre, no lo entiendo, quizás esa sea su razón, el no entender mismo que les causa miedo, inseguridad. Esa constante necesidad del hombre de que el otro viva bajo sus principios, sus reglas y parámetros, su mirada; todos estar bajo el mismo dios, bajo la misma ideología, la misma inclinación sexual, la misma forma de ver el mundo. ¿Eso es lo que les asusta? Que existan otros mundos que otros puedan ver, vivir, sentir, ¿y ellos no? Se sienten inseguros, inestables, su realidad, su concepción parece no ser la única, y ahí surge la duda, ¿es la correcta? ¿Cómo pueden existir otras si todos vivimos bajo el mismo cielo? Sus creencias se ven tocadas, ellos no pueden equivocarse, los otros deben estar mal, defectuosos, equivocados, rotos, si si, rotos y hay que arreglarlos. Se engañan, dicen querer lo mejor para el prójimo, aunque este no lo comprenda. Mentiras, excusas, pretextos; son ellos los que no comprenden y por eso mismo lo realizan. Pero, ¿por qué deberíamos todos ser iguales? Por algo en apariencia somos todos diferentes, porque somos distintos, no somos la misma persona. Pero constantemente el humano debe mirar hacia el costado, comparar para tranquilizar su existencia, y ahí es donde se encuentra la falla, donde se siente desencajado. La belleza está en la diversidad, en lo diferente, lo extraño, lo antagónico; la homogeneidad es monótona y aburrida. Y si Juan tiene otra religión a la mía, ¿por qué juzgarlo, discriminarlo, atacarlo? Si espero ser respetado, tengo que respetar. Yo elegí a mi Dios, por qué creerme tan superior o especial en pensar que el otro no tiene el mismo derecho. Y si María se ve atraída por mujeres, ¿por qué insultarla, apartarla y tratarla como una enferma que debe ser curada? Que los cuerpos del hombre y la mujer encajen como dos piezas de rompecabezas no significa que está predestinado a que así sea. Algunos argumentan que va contra las leyes de la naturaleza, ¿acaso el amor no es natural? ¿Por qué algunos se creen propietarios de la vida personal de otros? ¿Quién se adjudica el poder de decretar quien puede amar a quien? Y volvemos a lo mismo, nos da miedo que otros vivan en una distinta sintonía. Y nos amargamos, pasamos una vida luchando más contra la vida de otros que disfrutando. Y así segregamos, discriminamos, separamos; creamos divisiones y establecemos muros. De repente es más importante el color de la piel, o de donde uno proviene que hacia donde va, quién es esa persona. Nos volvemos superficiales. Yo no deseo ser así, prefiero abrir mi perspectiva hacia otras realidades, aprender de ellas. Hay tantas maravillas en el mundo, y el hombre decide destruirla. Gasta su energía en pelear causas egoístas e individualistas que buscar el bien común. Hay una Iglesia que eleva en un grito de odio y soberbia su voz para condenar la homosexualidad, cuando es la misma la que oculta y protege a sacerdotes violadores de menores. Aquellos hombres que golpean y agraden violentamente a los gays, son luego los mismos que ocultan su verdadera sexualidad en el fondo del placard. Estoy cansada de vivir en una sociedad hipócrita, y tan ciega por elección. Yo decido de decir NO al odio, a la violencia, a la división, a la agresión, a la discriminación, al terror, a la infelicidad. Dejemos de lado el miedo y de causar miedo en los demás.

“Cuando conozco a alguien no me importa si es blanco, negro, judío o musulmán. Me basta con saber que es un ser humano.” Walt Whitman

“Si no podemos poner fin a nuestras diferencias, contribuyamos a que el mundo sea un lugar apto para ellas.” John Fitzgerald Kennedy