Mi foto
Me gusta el olor a libro nuevo, viajar mientras escucho música, caminar bajo la lluvia, imaginar historias en mi cabeza tirada en la cama, mirar viejas fotografías y recrear momentos del pasado, vagar sin rumbo por las calles de buenos aires y las noches de charlas interminables con amigas. No me gusta las sonrisas falsas de la gente, los silencios incómodos, lo lento que pasa el tiempo cuando estoy aburrida y lo poco que dura cuando más tiempo necesito, las palabras vacías y los finales.

miércoles, 12 de enero de 2011


Au Revoir!

Me voy por diez días, a olvidarse de todo, de todos, playa, mar y esperemos que algo más. Gracias tía! Nada como agua salada para revitalizar las neuronas y el corazón. (ohh dear ocean here I come).

(Ustedes también disfruten, que la vida es una sola, dios, este estallido de optimismo repentino! Sinceramente me encanta)

domingo, 9 de enero de 2011

La batalla sin final: lo que pienso contra lo que quiero.

Mi mente no puede permitirlo, mis sentimientos van a explotar...
 
 
(vieja frase, misma sensación)
Me molesta soberanamente la gente que le busca sentido a absolutamente todo. ¡Como si la vida en sí tuviera sentido alguno! No, no lo tiene. ¿No se dan cuenta? Uno mismo lo inventa, se lo ponés en el camino. Pero en sí no tiene nada. ¿Qué sentido tiene nacer, vivir, reproducirse (en lo posible) y morir? NINGUNO. Así que no rompan más las pelotas y lo digo con todo el cariño del mundo. A veces buscándole una explicación a todo se pierde el encanto que hay, sólo disfruten.
Primera reacción: Un pequeño agujero negro fue extendiendose lenta y dolorosamente a través de mis órganos vitales, hasta desgarrar ese inútil y absurdo músculo que llaman corazón. La desesperación, la angustia y principalmente un agudo dolor fueron desmenuzandome, hasta llegar a mis ojos y llenarlos de impotentes cristales salados (lágrimas burdamente). (Esta última sensación persistiría durante toda la noche y se volvería pasiva teniendo vigencia hasta el momento).

Segunda reacción: Ira, furia, odio. Hasta sería posible haber masacrado un par de almohadas con mis puños o pies, y venenosas frases siseando entre mis labios como una pequeña serpiente de sangre fría, injuriando.

Tercera reacción: Cansancio, vacio, resignación y un inexplicable sentimiento de abandono, soledad. Monotomía, tristeza estancada.

Cuarta reacción: un popurrí de todas las anteriores y a veces, una voluntad de seguir adelante; y otras, un deseo de recuperarte aún sabiendo que la querés a ella.



( "enamorado" "obsecionado" me rondan una y otra vez como carteles enormes de supermercados)

domingo, 2 de enero de 2011

¿Viste cuando sufrís mucho tiempo por una persona que pensabas que te importaba mucho, pero que en realidad terminaste entendiendo que no te importaba más aunque querés que te importe para olvidarte de aquella otra persona que perdiste por esa una persona; porque pensabas que no te importaba tanto o que lo hacías muy poco pero que al fin y al cabo te importaba más que ninguna?


¿No? ¿No te pasó? Ah buenisimo, soy la única estúpida.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Cosas que (evidentemente) me molestan (mucho):
(acerca de mi)

  • que todo me importe demasiado (no hay suficiente subrayado para resaltarlo como es debido, es decir, frenéticamente).
  • no ser de esas pendejas que van y vienen, cambian de "amores" como una mujer de toallitas femeninas y que a pesar de todo lo único que quieren es divertirse a costa de todo y de todos.( es decir, "amar" en serio, y no poder cambiar de página, el punto y aparte nunca fue mi fuerte).
  • tener esta constante sensación a abandono, me sobran rincones oscuros y me falta autoestima, seguridad, una reserva privada de luz. Creadora de celos, envidia, demonios de la inconsiencia; conspiradores y de palabras ávidas. (Ser siempre una extraña en casa propia, y una eva moderna tentada por la serpiente).
  • ese orgullo tan sobervio, infalible, que sirve de escudo y protector a mi cobardía. (Tantas oportunidades perdí por no dejarlo ceder, es un arma que no se descomponer).
  • callarme lo escencial. (Cosas que nunca me voy a poder perdonar)
  • nunca demostrar mi fragilidad, la sonrisa es mi máscara y mi emblema. La indiferencia que actúa satisfecha esta marioneta, mientras por dentro la porcelana se resquebraja. (Tanto dolor es a veces inhumano, o por demás humano).
  • ilusionarme con la misma facilidad con la que dejo que otro me lastime. (Mi cabeza se volvió una máquina mecánica de ficciones aterradoramente seductoras, mi propia Matrix en la cual soy prisionera y peor aún, carcelera).
  • fijar entre el mundo y yo esa distancia prudencial a veces en exceso, mi mecanismo de autoconservación. (Así te perdí, y no creo que sepas cuánto lo lamento).
  • ser indecisa. (Dudando qué camino tomar, terminé cayendo en la nada).
  • no ser lo que otros necesitan, no por deseo sino por incapacidad. (Mil perdones, saben que me encantaría regalarles el mundo y mucho más, me mortifica saber que no puedo).
  • dar mil vueltas para empezar algo y luego dejarlo inconcluso. (Mi inconstancia es mi ruina).
  • no poder ser aquello a lo que aspiro, tener el objetivo e ignorar los escalones a subir. (No ser la que quiero, sino este montón de viñetas mal escritas).

martes, 14 de diciembre de 2010


No das a basto de tus exigencias, no terminás de conseguir una cosa que vas por otra; el gusto a victoria se perdió entre escalón y escalón. "Tu cielo es el límite (y no pares hasta llegar)". ¿No se dan cuenta que el cielo está inalcanzable a mis humanas manos? Ponerte metas que saben que nunca vas a alcanzar: CANSANCIO, ENOJO, FRUSTRACIÓN, miles de manecillas de reloj moviéndose inútilmente; sólo pierden tiempo. Después al tropezar, al encontrar en vez de otro escalón un agujero negro, te dan esa lastimosa palmada en la espalda: "Nos pasa a todos, nadie es perfecto". ¿Vos me lo decís? ¿Vos? ¿Quien alimentó esta hambre insaciable con vanas promesas divinas? ¿Vos, que me apartaste del montón y me instruiste para posar en un pedestal, me devolvés luego de tanto tiempo a la m e d i o c r i d a d, sentenciándome a esta eterna agonía de insatisfacción? La singularidad o la muerte, así es la cosa ahora para mí. Al todo o nada, y si es nada, el camino va a ser turbio...

lunes, 13 de diciembre de 2010


HERE COMES THE SUN, and I say
 
“It’s alright”.

lunes, 6 de diciembre de 2010


You can't get into someone's life, make them care and then get out!
 
(yo no creo que eso sea justo, no para mí)
Basta de escribir sobre tristezas y corazones rotos, no, cambiemos un poco. Mi vida no es todo chaparrones, armarios y abandonos. Hay cosas por las que vale la pena seguir, levantarse todas las mañanas, sintiendome tan mal como suelo, esperando exactamente ser salvada aunque sea por un breve instante por las personas que yo amo. Porque a veces creo que hago a un lado todo lo bueno que me dan, las sonrisas que logran sacarme aún en los peores momentos, esos abrazos que me desarman completamente y dejan que mi pesar recaiga a la vez en ellos, que me contienen, que me acompañan. Como pueden, como saben. No es fácil tener una muñeca vacía como amiga, que constantemente se tira voluntariamente al fondo del pozo más oscuro y se empeña en no ser feliz, en nisiquiera intentar. Hay veces que no reconozco a la que una vez fui, más colorida, más alegre, más energética, MÁS VIVA. Pero ellas me llevan de regreso, ellas son mi camino de migas de pan. Gracias, por simplemente estar ahí. Gracias y perdón.

Y acá va una promesa, pero soy tan centrada en mi a veces que también se convierte en un pedido: prometo intentar ser una nueva Sol, más iluminada, si ustedes están ahí  para reconstruirme poco a poco.

No necesito nombrar a nadie, las amo tanto que no creo exista palabra o expresión que lo demuestre; perdón si este texto es pura basura pero necesitaba decirlo en algún lugar. Gracias por ser parte de mí.

YA NO SE QUE HACER CONMIGO

martes, 23 de noviembre de 2010

Ya no se que hacer, la tristeza me gana.
No te dejes caer, ¿no lo ves? Él también te extraña, pero al igual que vos juega el papel de indiferente, no te habla porque vos no le hablás.
¿Vos pensás?
Si, por favor Sol. No es posible que te haya olvidado en un abrir y cerrar de ojos, sabés que tampoco es la primera vez que estas cosas pasan. ¿Cuántas veces se repitió antes de que llegara a pasar algo en concreto?
Ya se, muchas; pero esta vez es distinto...
No, y si es distinto es para bien, porque pasó algo.
Podría ser, entonces todavía queda esperanza, ¿eso es lo que me querés decir?
Vos solo esperá, él te va a buscar y si tenés fe las cosas se van a arreglar.
Ciega se va a quedar de tanta fe, lo que vos tenés querida no es esperanza, es ilusión vana. No te mientas ni dejés que te mienta más esta optimista empedernida que solo habla por hablar. ¿No te das cuenta? Sos patética, ya no le interesás. Te olvidó, ¿estás familiarizada con la palabra? Lo que sintió por vos nunca fue fuerte, fue puro capricho, para quitarse el gusto de ver que hubiera pasado, pasar el rato y ya. Y mientras vos llorás extrañandolo, él esta ahi afuera diviertiéndose en busca de otra. Otra que realmente le importe. Me cansé de escuchar tus idioteses, despertá de una vez. Él no te quiere

(Silencio espeso)
CHAU CHAU ILSE!
(y a todo lo que eso implica)
Nadie me entiende, no creo que entiendan lo que se siente estar en mis zapatos (tampoco se los recomendaría). Quizás sea yo la que exige demasiado, alguien que vea más alla de la máscara diaria, o que simplemente le interese o se tome el trabajo de correrla y hacerse cargo, hacerse cargo de estar ahí para contenerme para  ver cuan en el fondo estoy. Pido mucho, alguien que sin pedirle se acerque a interesarse por lo que estoy pasando, ¿no ven que me caigo a pedazos? Estoy cansada de intentar recogerlos sola, un día de estoy me voy a desplomar y desaparecer, y estoy segura que a nadie le va a importar, nadie lo va a notar.

Maybe if my heart stops beating it won’t hurt this much.

jueves, 18 de noviembre de 2010

He's over me (I'm over).

 Un mes y sigo acá, parada en las mismas coordenadas en las que me dejaste. Quizás es porque si sabés dónde estoy, puedas venir a buscarme. Y no, sigo acá, ¿es que ya no me ves? O simplemente no te interesa. Preguntas que me martillan la cabeza sin parar, ¿tan ligero era lo que sentías hacia mi que me olvidaste? ¿me extrañas como yo te extraño? U otros ojos ya te capturaron, ¿los correspondés como solías corresponder a los míos? Me siento agujereada, rota, una grieta más en el acantilado. ¿No te das cuenta? Todo mi ser te reclama, no quiero ni puedo aceptar que se terminó. Lo que quizás más me duele, es que nisiquiera intentaste arreglarlo, que no te importó. Quizás sea aquello mismo lo que no te pueda perdonar.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Cosas de la civilización I

Si algo me ha servido ver a través de la historia, es para conocer la naturaleza humana, la que también fácilmente se ve por las calles. Tanta intolerancia, ahora y siempre, no lo entiendo, quizás esa sea su razón, el no entender mismo que les causa miedo, inseguridad. Esa constante necesidad del hombre de que el otro viva bajo sus principios, sus reglas y parámetros, su mirada; todos estar bajo el mismo dios, bajo la misma ideología, la misma inclinación sexual, la misma forma de ver el mundo. ¿Eso es lo que les asusta? Que existan otros mundos que otros puedan ver, vivir, sentir, ¿y ellos no? Se sienten inseguros, inestables, su realidad, su concepción parece no ser la única, y ahí surge la duda, ¿es la correcta? ¿Cómo pueden existir otras si todos vivimos bajo el mismo cielo? Sus creencias se ven tocadas, ellos no pueden equivocarse, los otros deben estar mal, defectuosos, equivocados, rotos, si si, rotos y hay que arreglarlos. Se engañan, dicen querer lo mejor para el prójimo, aunque este no lo comprenda. Mentiras, excusas, pretextos; son ellos los que no comprenden y por eso mismo lo realizan. Pero, ¿por qué deberíamos todos ser iguales? Por algo en apariencia somos todos diferentes, porque somos distintos, no somos la misma persona. Pero constantemente el humano debe mirar hacia el costado, comparar para tranquilizar su existencia, y ahí es donde se encuentra la falla, donde se siente desencajado. La belleza está en la diversidad, en lo diferente, lo extraño, lo antagónico; la homogeneidad es monótona y aburrida. Y si Juan tiene otra religión a la mía, ¿por qué juzgarlo, discriminarlo, atacarlo? Si espero ser respetado, tengo que respetar. Yo elegí a mi Dios, por qué creerme tan superior o especial en pensar que el otro no tiene el mismo derecho. Y si María se ve atraída por mujeres, ¿por qué insultarla, apartarla y tratarla como una enferma que debe ser curada? Que los cuerpos del hombre y la mujer encajen como dos piezas de rompecabezas no significa que está predestinado a que así sea. Algunos argumentan que va contra las leyes de la naturaleza, ¿acaso el amor no es natural? ¿Por qué algunos se creen propietarios de la vida personal de otros? ¿Quién se adjudica el poder de decretar quien puede amar a quien? Y volvemos a lo mismo, nos da miedo que otros vivan en una distinta sintonía. Y nos amargamos, pasamos una vida luchando más contra la vida de otros que disfrutando. Y así segregamos, discriminamos, separamos; creamos divisiones y establecemos muros. De repente es más importante el color de la piel, o de donde uno proviene que hacia donde va, quién es esa persona. Nos volvemos superficiales. Yo no deseo ser así, prefiero abrir mi perspectiva hacia otras realidades, aprender de ellas. Hay tantas maravillas en el mundo, y el hombre decide destruirla. Gasta su energía en pelear causas egoístas e individualistas que buscar el bien común. Hay una Iglesia que eleva en un grito de odio y soberbia su voz para condenar la homosexualidad, cuando es la misma la que oculta y protege a sacerdotes violadores de menores. Aquellos hombres que golpean y agraden violentamente a los gays, son luego los mismos que ocultan su verdadera sexualidad en el fondo del placard. Estoy cansada de vivir en una sociedad hipócrita, y tan ciega por elección. Yo decido de decir NO al odio, a la violencia, a la división, a la agresión, a la discriminación, al terror, a la infelicidad. Dejemos de lado el miedo y de causar miedo en los demás.

“Cuando conozco a alguien no me importa si es blanco, negro, judío o musulmán. Me basta con saber que es un ser humano.” Walt Whitman

“Si no podemos poner fin a nuestras diferencias, contribuyamos a que el mundo sea un lugar apto para ellas.” John Fitzgerald Kennedy

domingo, 31 de octubre de 2010

Can you hear me? I don't want this any more! I want to call it off!

Todo terminó, ya está, es como si nunca hubiera sucedido, pero sucedió. ¿No? ¿O era solo mi imaginación? No, no. Yo que pasó. Pero vuelve todo a ser como antes, casi. Yo acá, sola, recreando los momentos, tratando de quizás encontrar lo que salió mal, aquellas palabras que me callé por cobarde o creerlas innecesarias. Se suman a toda la mugre bajo mi cama, las asignaturas pendientes que nunca se van a solucionar. Nos veo como una película, como apariciones, transparentes. Cierro mis ojos, grito interiormente que se detengan, pero siguen, son como fantasmas que me persiguen. Y de pronto estás en los lugares menos esperados, en las palabras más cotidianas, absurdas. No hay canción que no nos haya un día servido de paisaje, y ahora veo el río sola, el atardecer por fin llegó. Y esas canciones suenan tristes, sin alma. ¿Es que nadie inventó un botón de borrar para todo aquello que nos hace mal? Ya está, ya lo viví, fui feliz o lo más próximo que pude por un tiempo, AHORA QUIERO SIMPLEMENTE OLVIDAR.